La nata de coco es ideal para todas aquellas personas intolerantes a la lactosa, ya que podrán disfrutar de aquellos postres en las que se incluye. La podemos endulzar de la misma manera que la nata clásica para montar, un 10% de azúcar (normal, glas, edulcorante…) y queda de fábula. Preparar nata de coco en casa es muy fácil y podréis ajustar el dulzor a vuestro gusto. Os enseño a prepararla paso a paso.
Hay que utilizar una lata de leche de coco, la que es cremosa, la que es líquida no nos servirá, debe tener un alto porcentaje de coco (más de 70%) y no menos de 17% de grasa. La dejaremos una noche (sin abrir) en la nevera, de ésta manera, se divide y el líquido queda en la parte inferior. Con la ayuda de una cuchara cogeremos la crema de coco (queda muy consistente, es fácil de retirar), la dispondremos en un bol limpio y batiremos con las varillas eléctricas hasta que esté montada. Se puede añadir azúcar glas o sirope de arce (al gusto) para endulzarla.
Si quisierais utilizar la nata de coco para rellenar una tarta, la reserváis en la nevera para que se endurezca (si se endurece demasiado, la volvéis a batir).
Aguanta reservada en la nevera hasta dos semanas.


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